Mediados de mayo 2010. Hemos venido con mi hijo menor, Danilo, hasta Luoyang (洛阳).
Es una ciudad salida de Italo Calvino. Leve y translúcida como un espejismo, levita al atardecer sobre la vasta planicie que fuera cuna de la civilización china. En la bruma, mitad Qi o "vaho de lo vivo" y mitad tos de la tierra (¡polvo de las construcciones, gran conocido nuestro!), haces de edificios a medio construir parecen emerger como cristales del vasto río de difusas riberas.
Ese río es el Luo, y
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